Once in a life time
Es imposible no proyectarnos a futuro.
Imaginar dónde estaremos en cinco años. O en diez.
¿Dónde viviré? ¿Dónde trabajaré? ¿Quién estará allí conmigo? ¿Habré cumplido mis objetivos?
Es inevitable fijar ese horizonte de futuro.
Por eso nos ponemos retos: experiencias, viajes y aventuras que nos cambien.
Puede ser tan sencillo como eso. Una idea, un sueño que se dibuja en un futuro que parece lejano.
Pero el horizonte se acerca y, a veces, los hitos se cumplen.
Sales un día con la grupeta, te pruebas y, entre risas, surge la idea:
“¿Por qué no? ¿Por qué no la Titan Desert? ¿Por qué no la Titan Forest? ¿Por qué no atrevernos a medir nuestros límites? ¿Por qué no lanzarnos a la aventura? ¿Por qué no vivir de primera mano eso que, según muchos y muchas, te cambia la vida?»
Y te lanzas. Pulsas el botón y todo se inicia ahí: meses de entrenamiento, preparación mental y planificación.
Meses de nervios y emoción.
¿Para qué?
Pues para vivir.
Porque justo eso y nada más son las Titan World Series: Vida.
¿Y tú? ¿Te atreves a sentirte vivo? ¿Te atreves a sentirte viva? ¿A probarlo, aunque sea al menos una vez en la vida?